Llevo 80 páginas leyendo sobre las atrocidades que conlleva el matrimonio. Creo que alguna vez podría haberme reído mucho en complicidad del autor y de su forma de describir las mil y un maneras que tienen dos personas, de caer, como tantos otros fracasados, en la miseria de la vida de casado. Me hubiera reído al recordar el trivial fracaso de mis padres, mis abuelos, mis vecinos... pero por primera vez siento que éste no era el momento adecuado para abrir este libro.
No quiero escuchar argumentos sobre cómo 20 años de convivencia llevan, sin excepción, al aburrimiento, la intolerancia y la amargura. Por más lógica y comprobable que sea esta teoría.
*Me pregunto si siempre estarás de mi lado
[Preguntas que jamás tendrán respuestas coherentes debido a su origen incoherente.
1/ Todos creen ser distintos, pero sólo nosotros somos distintos no?]
Sigo leyendo algunas páginas porque aún confío en la mirada optimista de Nick Hornby similar al "whatever works" de un Woody Allen venido a menos (pero al menos que la vida sea así de simple es alentador no?) y encuentro una porción de texto que me obliga a tirarle una sonrisa al universo. Tal vez después de todo el libro SIEMPRE es el correcto.
I can't help but love David at this moment. He's calm when he has every right to be angry with everything and everyone, and as a result I feel, for the first time in a long time, that we are a unit, a couple, a marriage, and that marriage is, after all, something we should all aspire to.