Mi mamá recorre la casa repitiendo y repartiendo la idea de que "hay que dedicarse a ser feliz, hay que dedicarse a ser feliz". Un cáncer agresivo ataca a una amiga suya y siente la necesidad de entender, y que entendamos, que hay que dedicarse a ser felíz.
En 4 meses lo vi a mi papá adelgazar hasta morir. Nunca supe si él creía en esa idea que mi mamá esparció por las habitaciones de mi casa anoche, pero últimamente encuentro poemas en sus agendas ya inútiles, que supo usar como diario para atesorar la belleza que encontraba en cada día. Pensar que nunca me dijo nada bello en toda mi vida.
Sueño que rescato a un hombre moribundo a orillas del mar, y ruego que no muera en mis brazos mientras intento sacarlo del agua.
Y en la oficina hay un aire de deseperación por falsas urgencias. Tan falsas. Tan falsas.
Tan falsas que quisiera escupir miseria a mi alrededor para que brille la belleza de estar vivo.
"
Cuando oigo a mis amigos decir «la vida es hermosa» me sucede un gusto a velorio en el diafragma" dijo Alejandra. Y se suicidó.
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